Pues eso, entre obras estoy. ¡Y este jueves nos mudamos a la casa nueva!.
Desde el día 11 que nos dieron la casa, no hemos parado ni un poquito. Primero elegir a quien confiar en las "pequeñas reformas" que queríamos hacer (hemos acertado de pleno), luego los "miles" de papeleos que origina una nueva casa (dar de alta servicios, empadronarse, cambiar dirección en sitios...), y luego las sorpresas inesperadas que te encuentras en tu casa.
La verdad es que en ese sentido, nos consideramos afortunados. La casa a priori no tenía excesivos defectos, los que ya reportamos los habían arreglado, no hemos tenido problemas con humedades (toco madera, no obstante), y solo un fallo requiere que andemos detrás de los ladrones habituales.
Y es que estaba más que cantado que los radiadores fallarían. Asique hay dos que no calientan para nada. Lo peor, que son los de nuestra habitación y la del niño. Una verdadera jodienda, aunque el resto, funcionan. Algunos mejor que otros, claro. Tampoco se le puede pedir gran cosa a una instalación monotubular y radiadores de chapa de acero (juntamos lo peor de los dos mundos y el resultado es un sistema de calefacción ineficiente).
Pero bueno, más tarde o más temprano se solucionará el problemilla (ahora también recuerdo que el telefonillo no funciona).
Ahora el problema, es que a falta de dos días para mudarnos, la cosa no la veo demasiado clara. David me dice que sí...bueno, casi que sí...pero yo la verdad es que lo veo un poco negro. Bastante ha hecho el pobre, la verdad. Y es que lo que al principio serían unas "pequeñas reformas", se han convertido en una reestructuración casi completa de la cocina (al final lo de poner la puerta corredera no valió de nada, asique juntamos cocina con tendedero y ganamos mucho más espacio), poner aire acondicionado en el salón (dada la brutalidad que cuesta el sistema de mierda que nos han preinstalado, VRV), y más modificaciones en los baños (cambiando la mampara de la ducha por otra completa con area de vestidor y preparación al baño).
Luego, esas puñetitas incomprensibles, como el no poner punto de antena en todas las habitaciones, o poner tres interruptores en la habitación de matrimonio que encienden la misma luz (!!!) dejando uno solo para la luz que falta (y rezando para que la que dejes encendida, una vez en la camina, no sea esa, y tengas que levantarte). Además de la posición incomprensible de interruptores y enchufes...yo para mí que esta gente no piensa que hace casas para que la gente viva...
En fín, que además de las molestas obras (que tengo que decir han sido limpísimas, dentro de lo mierdosas que suelen ser), en estos días nos han venido todos los muebles (que por ahora están protegidos aunque entre hoy y mañana los prepararemos para su estreno) y montones de cosas que hemos tenido que ir poniendo por allí y por allá.
También pintar algunas paredes, toda una odisea, la verdad sea dicha, y eso que no han sido habitaciones completas. Pero el resultado de momento está valiendo mucho la pela (prometo reportaje fotográfico panorámico del antes-durante-despues).
Nuestro Dani, por otro lado, está encantado, el tío ya quiere ir a la "casa de la Gavia" como él la llama, y cuando le llevamos allí tenemos que tener mucho cuidado, que este se nos sube a todo lo que puede (y más que tendremos que tener cuando estemos allí plenamente instalados).
Aún quedan cosas y muchos flecos. La obra gorda terminará presumiblemente mañana o quizás pasado (en plena mudanza!!!), pero nos tienen que traer los muebles de cocina (e instalarlos), traer los muebles de baño y mamparas (e instalarlos), las rejas exteriores, y algunas cosillas por ahí sueltas...Vamos, que al menos hasta mediados de Marzo no estaremos plenamente operativos.
Lo más importante es que estamos ilusionados por tener nuestra propia casa (con los gastos extra que eso conlleva, que remedio) y que la decoraremos a nuestro gusto. Y que más vale que nos dure...
Espero poneros un mensaje con como ha sido todo el resultado, próximamente :-)
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